
Cuentan que, a partir de una estancia en Cádiz, el compositor ruso Nikolái Rimski-Kórsakov escribió Capriccio español, obra basada en diversas melodías del país europeo, que conoció durante sus viajes como oficial de la marina rusa. La compuso en 1887 y está conformada por cinco movimientos: Alborada, Variaciones, Escena y canto gitano y Fandango asturiano; es apreciada, entre otras cosas por la destacada participación del violín. Escucha esta estupenda interpretación a cargo de la Orquesta Sinfónica de Minería, con la dirección de Carlos Prieto, un concierto grabado en 2012 en la Sala Nezahualcóyotl.
Para el crítico y periodista Francisco Martínez Hoyos, Nikolái Rimski-Kórsakov (Tichvin, 1844 – Lyubensk, 1908) era un “perfeccionista insuperable, que eliminaba todo lo que fuera poco refinado”. Formó parte del grupo de Los cinco, junto a Mili Balákirev, César Cui, Modest Músorgski y Alexander Borodin, quienes representaban una corriente nacionalista, partidaria de extraer la inspiración del folclore…
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